Como cada año tendrá lugar el próximo viernes día 16 de Diciembre, en la Parroquia, la tradicional buñolá navideña a la que todos los hermanos y todos los arcenses están invitados. A las 21:00h recibiremos la visita del cartero real de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, al que los mas pequeños tendrán la oportunidad de entregarle su carta con sus peticiones para estas Navidades, y a continuación la buñolá.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
domingo, 11 de diciembre de 2011
sábado, 3 de diciembre de 2011
¿QUÉ ES ADVIENTO?
El Adviento es estar atentos al Señor que viene.
No es simplemente un momento del Año Litúrgico. ¡Es un tiempo de esperanza! “¡Estar despiertos y vigilantes!”
No es una amenaza. Es una Exhortación. Es una actitud que abarca e ilumina toda la vida del cristiano.
Es un mirar a Jesús que vino en la historia para enseñarnos a vivir humana y divinamente. Que viene en cada pobre y necesitado y vendrá al final de los tiempos como Él nos prometió.
Cada uno sabe cuáles son sus “excesos”. Ya es hora de “despertarnos” de nuestra apatía, nuestra indolencia, y es preciso luchar con más decisión y arranquemos de raíz todo aquello que puede desagradar al Señor que viene.
Año tras año, al llegar el Adviento, oímos que es un tiempo de cambio y preparación. Pero, ¿cambia “algo” en nuestra vida?
Este el desafío de quienes “pretendemos” preparar el camino del Señor: Cambiar el corazón, cambiar nuestra mentalidad. Esta actitud se llama, en el lenguaje religioso: conversión.
El camino del cristiano será imitar a Jesús viendo todo lo que podemos hacer para que los desalentados y oprimidos reciban una nueva esperanza… comenzando por nosotros mismos.
La esperanza y la alegría de un Dios que no se cansa de decirnos: ¡Sean fuertes, no teman! “Yo mismo vengo a salvarlos”.
Lejos de ceder a la tristeza y al pesimismo, alégrate siempre en el Señor, porque Jesús viene a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Algunas veces pareciera que, tanto escuchar y repetir que Jesús es Dios hecho hombre, nos hemos acostumbrado a las palabras y no le tomamos el peso de lo que ellas significan.
Preparemos todo nuestro ser para celebrar este GRAN MISTERIO: Dios que se hace hombre semejante a nosotros, menos en el pecado.
En este camino al encuentro del Señor, es una excelente ocasión para mostrarle a Jesús que estamos vigilantes, atentos, activos… y con el corazón ocupado en amar a todos, especialmente a los más necesitados.
Dile, SÍ, al Señor que ya llega para que nos purifique y nos haga vivir la auténtica alegría de la Navidad.
¡QUÉ DIOS TE BENDIGA!
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